Realizamos electromiografía en cada extremidad, un estudio que analiza la actividad eléctrica de uno o más músculos para detectar alteraciones neuromusculares. Aplicamos pruebas de neuroconducción por nervio para evaluar la velocidad y respuesta de los nervios, junto con el reflejo H, que permite observar la integridad del arco reflejo medular. También analizamos la onda F para estudiar la conducción retrógrada del impulso nervioso. Detectamos posibles fallas en la transmisión neuromuscular mediante el estudio de bloqueo de unión mioneural y ofrecemos inyección de toxina botulínica, una terapia efectiva para relajar músculos contracturados o con espasticidad.